martes, 27 de diciembre de 2011

La abolición del hombre. C.S. Lewis


Ellos ven el mundo que les rodea influido por una propaganda emocional  - han aprendido de la tradición que la juventud es sentimental - y llegan a la conclusión de que lo mejor que pueden hacer es proteger las mentes de los jóvenes frente a los sentimientos. Sin embargo, mi experiencia como profesor es precisamente la contraria. Por cada alumno que necesita ser protegido de un frágil exceso de sensibilidad hay tres que necesitan ser despertados del letargo de la fría mediocridad. El objetivo del educador moderno no es el de talar bosques sino el de irrigar desiertos.

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