lunes, 17 de mayo de 2010

Cantos de vida y esperanza. Rubén Darío

Lo fatal



Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...



2 comentarios:

  1. Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un futuro terror...


    Qué poema tan bonito..

    “Aequat omnes cinis”, esa es la única certeza que tenemos. Por ella a menudo nos asalta el terrible vértigo a la nada.

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  2. El temor de haber sido alguien que hoy no sabes si quieres seguir siendo.
    Y el espanto seguro de estar mañana muerto sin haber sido hoy quien querías ser.
    !Qué vértigo da a veces mirar la vida!

    Gracias, Mar, por compartir este poema.

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