jueves, 8 de julio de 2010

Al fin podemos vernos. A.M.R.S



Tanto mirarnos
y mira como al fin nos vemos.

Alguien ha puesto pared entre una y otra
y, al intentar mirarnos,
nos hemos arañado las niñas de los ojos.

Cuánto. Cuánto dolor nos ha hecho falta.
Dolor de no poder clavar la sombra contra el muro
vencido definitivamente.

Cuántas noches en blanco!!!,
y los ojos sedientos, imposibles las lágrimas,
ocupados, tercos, recalcitrantes, en buscarnos.

Cuántas amaneceres
quedándose olvidada una sombra incisiva,
como un diente de hierro,
clavándose en la carne.

Al fin podemos vernos.
Te miro,
a ti...creo....también verte en carne viva,
clavados como vidrios en ti los días.
Hoy te veo
verde como una siembra adolescente,
silente, abierta, soñadora...

Y veo tus luciérnagas iluminar la noche.
Los grillos que te pueblan
y hacen sonora la cuenca de tu presencia.
Los pájaros andan dormidos.
Y el musgo entre las rocas,
testigos, por si hay duda, de la vida
que, oculta, va ensanchándose.

A.M.R.S

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