viernes, 17 de diciembre de 2010

El guardián entre el centeno. J.D.Salinger

Muchas veces me imagino que hay un montón de críos jugando a algo en un campo de centeno. Son miles de críos y no hay nadie cerca, quiero decir que no hay nadie mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer es agarrar a todo el que se acerque al precipicio, quiero decir que si van corriendo sin mirar adónde van, yo tengo que salir de donde esté y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiempo. Sería el guardián entre el centeno y todo eso. Sé que es una locura, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.


2 comentarios:

  1. Yo a veces me siento guardián de alumnos que constantemente saltan al precipicio, desconociendo lo dura que puede ser la caida.

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  2. No se puede salvar a todos, pero merece la pena intentarlo...el salvar a uno (aunque sólo sea uno) recompensa tantas caídas.

    Por cierto: hace justo un mes me intenté poner en contacto contigo de nuevo, pero intuyo que esta vez tampoco recibiste mi mensaje porque no he obtenido respuesta...

    Multa oscula, magistra.

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