viernes, 29 de abril de 2011

Clamor. Jorge Guillén


 La niña y la muerte

Todo su ser irradia luz de vida,
Una vida animal
Llameante de espíritu,
Espíritu invasor que, de repente,
Descubre la gran sombra.

¿Tan pronto se da cuenta
De verdad aquella alma tan minúscula?
Una obsesión de sombra se interpone
- Revolviéndose hostil -
Entre el mundo y la niña.

Respirando se alumbra el alma nueva,
Que un mundo inmenso para sí reúne,
Sin cesar más inmenso.
Y la niña clarísima respira,
Devora trasparencia, más entiende.

Un árbol. "Seco", dice.
"No tendrá primavera. Moriremos
Tú y yo. Nos moriremos todos. ¡Todos!"
Morir es un escándalo
Para la vida ingenua.

Y esa niñez, que de repente sabe...


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