domingo, 21 de marzo de 2010

El árbol de la ciencia. Pío Baroja


– Sí, nos ha quitado terrores – exclamó Iturrioz –; pero nos ha quitado también vida. ¡Sí, es la claridad la que hace la vida actual completamente vulgar! Suprimir los problemas es muy cómodo; pero luego no queda nada. Hoy, un chico lee una novela del año treinta, y las desesperaciones de Larra y Espronceda, y se ríe; tiene la evidencia de que no hay misterios. La vida se ha hecho clara; el valor del dinero aumenta; el burguesismo crece con la democracia. Ya es imposible encontrar rincones poéticos al final de un pasadizo tortuoso; ya no hay sorpresas.


– Usted es un romántico.


– Y tú también. Pero yo soy un romántico práctico. Yo creo que hay que afirmar el conjunto de mentiras y verdades que son de uno hasta convertirlo en una cosa viva. Creo que hay que vivir con las locuras que uno tenga, cuidándolas y hasta aprovechándose de ellas.

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